Cuando hablamos de proyectos de desarrollo local o comunitario, nos referimos a iniciativas planificadas que responden a las necesidades sociales concretas de una o varias comunidades comprendidas en una localidad.
La pertinencia de los proyectos de desarrollo local o comunitario, reside en que pueden constituirse en un instrumento y, al mismo tiempo, en una oportunidad para que las comunidades organizadas puedan ejercer su derecho a la participación protagónica en la gestión pública, definiendo prioridades y formulando propuestas que respondan a sus demandas específicas por una mejor calidad de vida.
En tal sentido, los Consejos Comunales están llamados a jugar un papel fundamental para que esta aspiración pueda convertirse en una práctica habitual del ejercicio del gobierno local.
A los efectos de este planteamiento, cabe agregar que estos proyectos tienen algunas características que los distinguen de otros. Muchos de ellos son producto de las propias demandas que realizan grupos organizados comunitarios, para atender problemas vinculados a su cotidianidad, a través de la movilización y participación ciudadana.
Otros proyectos de este tipo, aun cuando no son producto de demandas comunitarias explícitas, por su cercanía a los problemas y carencias que tienen las personas en su entorno de vida, demandan su intervención, como una vía para conocer sus verdaderas necesidades y expectativas y proponer soluciones pertinentes y sostenibles.
En relación con esto último, resulta oportuno destacar que alrededor de estos proyectos, hay mayores posibilidades de lograr y potenciar prácticas que afiancen el ejercicio de ciudadanía, debido a que la población puede intervenir en su diseño y ejercer su poder de decisión, en las distintas etapas de su realización, especialmente controlando su ejecución, para que estos respondan mejor a sus necesidades. La gente es beneficiaria, pero al mismo tiempo asume responsabilidades específicas en la implementación de estos proyectos.
Por otra parte, los destinatarios de estos proyectos, las personas que viven en las comunidades receptoras, comparten algunas características sociales, culturales y económicas que los identifican, como expresión de un sentido de pertenencia con el territorio que habitan.
A los efectos de este planteamiento, para Bernardo (2004), los proyectos de desarrollo local o comunitario, han cobrado recientemente un interés especial en el país, a raíz de la entrada en vigencia de la Constitución, ha ampliado las posibilidades existentes para la realización de este tipo de iniciativas y, principalmente, para la participación comunitaria en su gestación y desarrollo.
Efectivamente, la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, consagra el principio de la participación protagónica de la población en el ejercicio del poder público y lo desarrolla en distintos artículos, definiendo un conjunto de medios, instancias y mecanismos de participación real en las decisiones públicas.
Igualmente, un conjunto de leyes que se han formulado a propósito de la entrada en vigencia de la Constitución, entre ellas la Ley de los Consejos Locales de Planificación Pública y las del llamado Bloque del Poder Popular que seguidamente detallaremos, desarrollan este principio e incluyen normas que viabilizan la intervención de la comunidad organizada en la gestión pública.
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Silva, R. (2011). Formulación de Proyectos Comunitarios. (Disponible en: http://desarrollosocialcomunitario.blogspot.com/ . Consultado en (Mes y Año).
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