El socialismo es la negación del capitalismo, en tanto que se concibe como un modo de producción que auspicia la convivencia armónica entre las personas con base en una estrategia de supervivencia colectiva.
Bajo este contexto, resulta oportuno destacar la visión de El Troudi (2007), para quien el ideal socialista propugna el desafío de edificar una nueva sociedad, con una mujer nueva, un hombre nuevo que asumen la solidaridad como un acto reflejo. En dicha sociedad ha de existir igualdad material y cultural entre las personas, es decir, se concreta el desarrollo integral de todos, la vida digna y la plena realización humana. Es una sociedad con valores renovados.
Si deseas ver la presentación que complementa este artículo, visita el siguiente link:
Silva, R. (2011). Ética y Valores Socialistas en el Ejercicio del Poder Comunal. (Disponible en: http://desarrollosocialcomunitario.blogspot.com/ . Consultado en (Mes y Año).
Es por ello que la sociedad socialista pide a cada uno de acuerdo a su capacidad y le entrega a cada cual de acuerdo con su necesidad; de esta forma se prescinden las diferencias sociales entre las personas. Al promoverse la posesión pública de los medios de producción y su gestión también pública, se actúa en pos del interés de la sociedad en general y no en favor de clases o grupos particulares.
Visto como un sistema, el socialismo conjunta una red de principios y valores sobre los cuales los hombres y mujeres basan la convivencia. Los tres ideales fundamentales, proclamados al calor de la revolución francesa de 1789, los conocemos suficientemente: igualdad, fraternidad y libertad. De forma complementaria también supone democracia infinita, pluralismo, cooperación, bienestar, desarrollo integral del ser humano, paz, utopía y amor.
Por lo tanto, los valores socialistas nos fortalecerán, y producirán poco a poco al hombre nuevo que se precisa para construir la sociedad feliz que aspiramos. Sin hombre nuevo no hay Socialismo. Exploremos, cuáles son según Aponte (2008) estos valores socialistas:
- El valor fundamental, el que está en el origen, el que soporta y le da sentido a la causa Socialista, es el AMOR. Podríamos decir que el rescate del verdadero amor, crear condiciones, tiempo y lugar para el amor, es el objetivo primordial del Socialismo. El capitalismo, con su voracidad de acumulación, está destruyendo las condiciones para la vida en el planeta y disminuyendo las posibilidades para el amor. Ha transformado a la sociedad en una guerra de todos contra todos, y al hombre en una isla temerosa de sus semejantes.
- El segundo valor es la construcción y defensa del Socialismo, que es el territorio indispensable para rescatar al amor. La existencia del Socialismo es condición previa para su perfección, es deber de los socialistas luchar por el Socialismo, por su construcción, por su defensa.
- El tercer valor es la Conciencia del Deber Social, esto es, la conciencia de que sólo en sociedad se pueden resolver los problemas materiales del individuo, y se pueden establecer relaciones amorosas, de ayuda mutua, de crecimiento compartido, de confianza, acabando así con la soledad del hombre-isla propio del capitalismo.
- El cuarto valor es la Propiedad Social de los Medios de Producción. Sólo así el hombre puede trabajar para la sociedad toda. Y cuando el hombre trabaja para la sociedad, su vida adquiere un sentido de cooperación, de ser útil, de ser social, que se entrelaza con la Conciencia del Deber Social, preparando las condiciones materiales y espirituales para la formación del hombre nuevo.
De estos valores se desprenden todos los demás. Se tiene en ellos una dirección, una manera de calibrar nuestra conducta socialista, se tiene una medida que ayude a perfeccionarnos, se dispone de una guía. Veamos, algunos ejemplos:Si se es amoroso se tiene Conciencia del Deber Social y se trabaja para la sociedad, entonces no se puede ser corrupto, porque la corrupción es una acción individualista, egoísta, perjudica a la sociedad.
Si se es amoroso se tiene Conciencia del Deber Social, y se trabaja para la sociedad. Entonces, se tendrá conciencia de la importancia del trabajo de cada uno, éste se realizará de la mejor manera posible, se investigarán formas de rendir más, no habrá ausentismo, el trabajo adquirirá el carácter de realización del humano y no de explotación.
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Silva, R. (2011). Ética y Valores Socialistas en el Ejercicio del Poder Comunal. (Disponible en: http://desarrollosocialcomunitario.blogspot.com/ . Consultado en (Mes y Año).
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